martes, 3 de julio de 2012

"fósil de una cría plumífera que podría ser la evidencia más temprana de un dinosaurio carnívoro emplumado"

El animal denominado Sciurumimus albersdoerferi, en parte por su espesa cola de ardilla -las ardillas de árbol provienen del género Sciurus- es el "fósil de megalosaurio más completo hasta ahora", señaló el paleontólogo alemán Oliver Rauhut asegura que disponían de plumas para protegerse de las inclemencias y el frío.
El fósil era posiblemente de un dinosaurio terrestre joven, La pieza fue datada en unos 125 millones de años a mediados del Período Cretácico, en el apogeo del largo reinado de los dinosaurios en el planeta. El grupo de megalosaurios incluye a una gran variedad de dinosaurios carnívoros que llegaron a medir hasta nueve metros de largo y pesar hasta una tonelada. El fósil, que muestra un dinosaurio joven con sus fauces abiertas y la cola extendida bastante por encima de su cabeza, fue encontrado en una cantera de Baviera, en el sur de Alemania. Los bebés de los dinosaurios no tenían la piel llena de escamas, sino que, al igual que muchas aves, se encontraban cubiertos de un suave plumón, informó el paleontólogo alemán Oliver Rauhut, conservador de la Colección Estatal de Baviera. "Debemos despedirnos de la imagen tradicional de los reptiles gigantes. Eran mucho más mullidos", dijo Rauhut, quien explicó que los reptiles no contaban con plumas para volar, sino para protegerse de las inclemencias y el frío.Asimismo, subrayó que este descubrimiento confirma las teorías de que los reptiles gigantes no tenían sangre fría, sino que, de alguna manera, la tenían caliente como las aves o los mamíferos de la actualidad.
El nuevo dinosaurio tiene el nombre científico de "Sciurumimus albersdoeferi" y fue bautizada Yutyrannus huali, un nombre surgido del latín y el mandarín que significa "tirano de plumas preciosas".Una vez adulto se calcula que alcanzaba una longitud "de seis metros o más", explicó el paleontólogo alemán, quien calcula que pudo llegar a pesar hasta una tonelada. "Ahora sabemos con seguridad que los animales jóvenes tenían plumas", subrayó Rauhut, y por ello no se puede descartar que también los adultos como el Tiranosaurus Rex fuesen como "de peluche". Las plumas "son probable y sencillamente un protector térmico", añadió el paleontólogo, para el que un plumaje solo tenía sentido si los dinosaurios "tenían la oportunidad de regular de alguna manera con él su temperatura corporal".